Cultura o revienta

Con la fase 2 recién estrenada en la Comunidad de Madrid, y prácticamente el resto de España en su etapa final de desescalada, parece que lo peor ya ha pasado. Sin embargo, sabemos que ahora más que nunca hay que apelar a la responsabilidad y civismo de todos, y ser conscientes de que ahora la realidad es otra. El respeto, la solidaridad y la educación han ganado terreno, por lo que toca ser una sociedad mejor, no cabe otra opción. Y toca ser una sociedad mejor en todos nuestros ámbitos, y como tal hay que seguir apoyando y apostando por la sanidad, la educación y… la cultura.

La cultura seguirá siendo un pilar base de nuestra sociedad, esencial e indispensable

No es la primera vez ni la última que apelo a esta cuestión. El ser humano es patrimonio y legado de sí mismo, y es testigo de su pasado, partícipe de su presente y oráculo de su futuro. Y por ende, la cultura es ese objeto inmaterial que representa nuestro paso por el tiempo. En estos días, artistas de toda índole y empresas del mundo del entretenimiento y la cultura se han visto más afectadas que nunca. Necesitan un respiro y el alimento que es fruto de su sustento: nuestra curiosidad y esparcimiento. La cultura es aprendizaje, es diversión y es drama. Es un cuadro, una escultura y un anuncio publicitario. Se encuentra en nuestras estanterías, en las hojas viejas de un libro y en el escenario de un teatro.

Ahora, esos escenarios han estado vacíos, pero iniciativas como la del plantel del musical Rocky Horror  Show en España (Instagram: @rockyhorroshowes; obra original de Richard O´Brien), nos invitan a soñar y a recuperar la ilusión. Y sobre todo, sirve de homenaje a todos aquellos que han luchado y nos han provisto de formas inusuales de entretenimiento desde sus propias casas. Desde Scope ha sido un placer participar en este vídeo, que recoge la interpretación, desde sus casas y por parte de los protagonistas del musical oficial en España, del tema I´m Going Home:

Espero con ansias a que mi próxima entrada en este blog esté plagada de buenas noticias, y que la cultura sea una protagonista tímida de mi relato, pues ya no hará falta clamar por su defensa. ¿Cómo hubiera sido nuestro confinamiento sin libros, películas, series o música? No es una pregunta fácil, ¿verdad? Todos necesitamos y queremos una buena salud, pero existe otra salud, más allá de la física. Es la salud del alma, de nuestro imaginario, que nos lleva a otros mundos y nos aleja de nuestros demonios. Si eso no es un servicio esencial, si no es imprescindible, entonces es que nos estamos aproximando a un planteamiento erróneo.

¿Cómo hubiera sido el confinamiento sin entretenimiento?

En Scope somos artífices de la imagen y el sonido, de obras y productos “al gusto”. Nosotros ponemos los medios y nuestra pizca de creatividad y conocimiento. De esta manera, como muchas otras empresas, ayudamos a construir un mundo más bonito, algo que, visto lo visto, va a ser muy necesario. Estaremos ahí, siempre, aguantando el chaparrón y el huracán, sudando y sufriendo lo que haga falta; para al final, poder mirarnos orgullosos y saber que lo hemos logrado una vez más, que hemos salido adelante y que lo seguiremos haciendo con la ayuda de una sociedad que se niega a permanecer gris. Seguiremos creando, y seguiremos apostando por lo que mejor sabemos hacer.

Seguramente no somos perfectos, ¿quién lo es en este mundo? Pero somos felices, y hacemos lo que hacemos con pasión y con un desempeño tremendo. La cultura para nosotros es indispensable, y no concebimos un mundo sin ella. Confiamos en que, poco a poco, todo el mundo acabe compartiendo esa opinión y que nadie pierda la ilusión que lleva dentro. Ahora nos toca sonreír de nuevo, intentar mirar al mundo con esperanza y seguir recibiendo la cultura que generamos, pues al final todos somos los beneficiados de este círculo vicioso, el de crear y compartir. Sigamos siendo niños y hagamos que crecer sea solo un proceso fisiológico, y no nos olvidemos de lo que realmente importa, pues como dijo el Principito:

“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”.